Firme y sólido. Líder e invicto. La realidad presenta a un Algeciras CF que afianza su liderato con una racha incontestable: cuatro victorias consecutivas. El único equipo invicto del Subgrupo A del Grupo IV afrontó uno de los compromisos más complicados ante el trabajado Tamaraceite de Chus Trujillo. El Levante que azotaba el Mirador tampoco parecía un buen aliado en un choque no exento de dificultades de las que ya había alertado Salva Ballesta. Sin embargo, también había trabajado a conciencia el partido que culminó con otra jugada decisiva de estrategia. El gol de Marc Llinares y el de Robin, después del empate rival, valieron para sumar tres puntos de enorme peso.
Salva apostó con Álvaro Romero como su referencia en ataque y la elección no pudo ser más acertada porque el delantero acaparó el protagonismo en las jugadas clave que resolvieron el encuentro. En una labor colectiva donde el Algeciras actúa como un bloque solidario y entregado a una idea sin renunciar al esfuerzo pese a las dificultades, el equipo se desperezó tras unos minutos de adaptación al equipo canario con hechuras y cuajo para una competición exigente. Crecieron los soldados de Salva espoleados por las acciones del relámpago que fue Álvaro Romero tras avisar en el 18′ con un remate cruzado y ajustado que desvió el portero a córner aunque no lo señaló un colegiado muy tarjetero.
A renglón seguido, Álvaro Romero buscó de nuevo abrir el marcador y su disparo intencionado lo repelió el guardameta Nauzet para que Marc Llinares, muy atento, aprovechara el rechace y marcara de cabeza. El Nuevo Mirador se volcaba animando al equipo que golpeó primero. A pesar de la ventaja, el Tamaraceite confirmó su dificultad con dos acciones casi consecutivas: una, la sacó Corbalán bajo palos y la segunda supuso el empate de Jordan justo antes del descanso.
Pese al golpe en un momento clave, el Algeciras CF salió a resolver el partido y para ello Salva apostó por Yago Pérez que regresaba después de una larga inactividad. Su inclusión en el once en lugar de Álvaro Alcázar dotó al equipo de una mayor capacidad y solvencia para buscar el segundo gol. Antes Juan Serrano había probado suerte con un disparo flojo.
Poco después y ante la avalancha ofensiva algecirista llegó el desenlace feliz. Y, de nuevo, otra vez gracias a la estrategia de Salva. Una jugada a balón parado reportó beneficios al equipo; Álvaro Romero siempre presente en las maniobras tácticas, sacó el córner, el despeje lo recogió Juan Serrano que la colgó de nuevo y Robin, entrando con fuerza, machacó de cabeza el balón que tras golpear en el larguero se introdujo en la meta de Nauzet.
El Nuevo Mirador estalló de júbilo con su equipo que una jornada más refuerza su condición al frente del Subgrupo A con una trayectoria incontestable. Toca disfrutar del momento y a partir del martes concentrarse y trabajar pensando en el San Fernando. Próxima estación.