Líder: tres partidos, dos victorias, un empate. Tres goles a favor y uno sólo en contra. Siete puntos superando un exigente arranque (Marbella, Recreativo y Marino), el equipo bajo la dirección de Salva Ballesta se ha encaramado a lo alto de la clasificación del Subgrupo A del Grupo IV en Segunda B. La afición entregada a los suyos brindó una ovación cerrada y sincera a los jugadores que demostraron su carácter, fiabilidad y compromiso al dar la vuelta a un marcador en contra que había puesto la empresa muy cuesta arriba.
El impacto del 0-1 al comenzar el choque desangeló las gradas del Nuevo Mirador con la mitad del aforo por la reducción establecida por la Junta de Andalucía. Sin embargo, nadie perdió la fe; ni el equipo, doblegado de nuevo por las lesiones (Edu Ubis), ni la afición convencida en la reacción, ni su entrenador, que volvió al banquillo después de cumplir su excesiva sanción.
Hubo que afrontar un partido muy complicado tras la única acción de peligro del Marino que acabó con la imbatibilidad de Guille Vallejo; el Algeciras, entonces, se puso el mono de trabajo cual estibador del puerto para buscar la manera de dar la vuelta al resultado. En esas de nuevo apareció Juan Serrano, el futbolista que se ha convertido en el impulso del equipo, para capitalizar el caudal ofensivo algecirista con la ayuda de Álvaro Romero y el empuje de Corbalán, entre otros. Un impresionante zapatazo desde del canterano supuso la igualada poco después de que Marcos Mendes hubiese reemplazado al lesionado Edu Ubis. Llegó el ansiado empate justo antes del descanso y dejó el resto de la machada para una segunda parte emocionante.
La dureza del Marino debió terminar con la expulsión de Saavedra pero el árbitro no lo entendió así y el Algeciras CF busco el gol con la inclusión de Yelko y de Marc Llinares. Las ocasiones se sucedieron en la meta del Marino hasta que Manu Dimas fue expulsado por una entrada menos alevosa que la de su compañero.
Ante la inferioridad los tinerfeños, los de Salva Ballesta reactivaron su acoso a la meta rival hasta que se produjo el desenlace. De nuevo, la estrategia fabricada por el entrenador en un lanzamiento de esquina propició el gol de la victoria que llevó el delirio a una grada entregada a sus colores. El capitán, Iván Turrillo, se anticipó a todos en el córner que sacó un activadísimo Álvaro Romero.
Fue el brillante colofón a un equipo solidario, comprometido en el que todos fueron a una y que durante los noventa minutos nunca se dio por vencido, como destacó Salva Ballesta después del partido, y que sumó tres puntos que le permiten afianzarse en lo más alto de la tabla de clasificación.
Un liderato de enorme mérito. ¡Vamos shira!