El Algeciras Club de Fútbol vivió una de las liguillas más emocionantes de su historia frente al equipo emeritense que nos visita este domingo. (aunque entonces se llamaba Mérida Promesas).
Ocurrió en la temporada 1.997/files/1.998 en la que el conjunto que entonces entrenaba Gabriel Navarro ‘Baby’ se clasificó para jugarla dos minutos antes de que concluyese la temporada con un gol de Raúl Monila en el ‘San Juan Bosco’ de Utrera.
Los rivales en aquella ocasión fueron el mencionado Mérida Promesas, junto con el Granada-74 y el Hellín.
Los rojiblancos ganaron el primer partido en el José Ávilas Roja por 0-1 con gol de Juan Hoyos de Cabeza y empataron a cero en el desaparecido Mirador para ganar el tercer partido en el Romano José Fouto de Mérida con goles de Sotil y Juan Antonio García Cazorla.
A partir de entonces ya nada fue normal. El siguienrte encuentro el Granada-74 visitó el Mirador en un partido que duró 5o minutos ya que los granadinos, que por entonces perdían 4-0 empezaron a sacar hombres del terreno de juego, alegando lesiones hasta quedarse con 6 por lo que el colegiado Alhaja Calamonte tuvo que suspender el choque formándose el correspondiente altercado y teniendo las Fuerzas de Seguridad del Estado que escoltar la salida del equipo visitante.
Si bien esto pudiera parecer grave, los dos últimos partidos de la liguiila lo superaron por los resultados obtenidos hasta entonces los favoritos al ascenso eran Hellin Deportivo y Algeciras. A la ciudad albaceteña acudió en masa la afición rojiblanca que des`pués de 24 horas de viaje fue literalmente vilipendiada en una auténtica encerrona pwerdiendo por 3-1. (en ese equipo jugaba Bodipo, Jonás y Campos. El primero llegó a jugar en primera y los otros dos fueron campaña postgeriores referentes en el Algeciras.
La vuelta se jugó en Algeciras el 28 de junio de 1.998 en plena Feria Real y con un campo lleno hseta los topes ante una afición que se vio desilusionada con un gol de Castellanos en el minuto 34 pero que recobró el ánimo con la respuesta de Fernando Gallego en el minuto 64. Alegando invasión de campo, agresiones y un sinfín de incidencias. El conjunto albaceteño que entrenaba Andrés Tébar que también dirigió posteriormente al Algeciras se fue a los vestuarios negándose a salir teniendo Batueca Iglesias que suspender un partido que se reanudó el 11 de julio evidentemente a puerta cerrada.
El empate a uno existente en el marcador favorecía al Algeciras pero el Sr. Iglesias parecía que quería que ascendiera el Hellín dejando a los rojiblancos con diez por expulsión de Gregorio Molina. El héroe de este reanudación fue sin duda Fito que realizó una parada prodigiosa que hizo que el empate fuese el resultado final y el delirio de los más de diez mil aficionados que esperaban fuera del estadio y que disfrutaron con el ascenso más trabajado de la historia. Después llegaron los descensos y más ascensos. Pero eso es otra historia.